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Análisis del perfil del victimario adolescente en la obra de Marcelo Luján
«Subsuelo» es una novela escrita por Marcelo Luján, un destacado autor argentino. El libro fue publicado en el año 2015 y ha recibido varios galardones, incluyendo el Premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra, otorgado por la Semana Negra de Gijón, y el Premio Novelpol, lo que subraya su relevancia en el ámbito de la literatura criminal. Luján es conocido por su habilidad para explorar las profundidades de la psicología humana y «Subsuelo» es un claro ejemplo de su talento narrativo.
En «Subsuelo», el autor nos sumerge en una narrativa tensa y psicológicamente cargada, donde un grupo de amigos sufre un trágico accidente durante un picnic. Este análisis criminológico se centra en el perfil del victimario adolescente, explorando cómo el autor construye su psicología y comportamiento, y cómo esto se relaciona con crímenes reales.
El victimario adolescente en «Subsuelo»
Imagen: Marcelo Luján. Fuente: Archivo.
El adolescente victimario en «Subsuelo» es un personaje complejo y multifacético. Luján lo retrata como alguien que, a pesar de su juventud, muestra rasgos de personalidad perturbadores y un comportamiento errático. Este personaje, impulsado por la inmadurez y la falta de empatía, se convierte en el perpetrador del conflicto central de la narrativa.
Diversos criminólogos han estudiado el fenómeno de la delincuencia adolescente y sus causas. Uno de los más influyentes es David P. Farrington, un experto en criminología que ha investigado extensamente la delincuencia juvenil. Farrington ha señalado que los factores de riesgo para el comportamiento delictivo en adolescentes incluyen una combinación de factores individuales, familiares y ambientales. Estos factores de riesgo pueden incluir una crianza disfuncional, problemas de salud mental y exposición a entornos delictivos.
Por otro lado, Cesare Lombroso, conocido como el padre de la criminología, defendió la teoría del delincuente nato, aunque esta idea ha sido criticada y superada por investigaciones posteriores. Lombroso consideraba que ciertos individuos estaban predispuestos a la delincuencia debido a factores biológicos. Aunque esta teoría es hoy obsoleta, sentó las bases para la investigación de las características individuales de los delincuentes.
El autor utiliza la narrativa para explorar cómo el adolescente lucha con su propia identidad y sus emociones, y cómo su comportamiento se vuelve cada vez más problemático. En uno de los pasajes más ilustrativos, Luján escribe:
«La mirada del joven estaba cargada de oscuridad. Parecía que algo dentro de él estaba roto, como si su alma estuviera atrapada en una tormenta de emociones que no podía controlar.»
Este pasaje refleja la confusión interna y la lucha emocional del adolescente, destacando su perfil como un victimario impulsado por la confusión y el descontento.
Crímenes reales similares
Aunque «Subsuelo» es una obra de ficción, hay crímenes reales en los que adolescentes se convierten en perpetradores. Por ejemplo, el caso de los hermanos Menéndez, quienes asesinaron a sus padres en 1989, muestra cómo el descontento y la falta de empatía pueden llevar a adolescentes a cometer crímenes atroces. Estos casos evidencian la importancia de entender la psicología adolescente y cómo ciertos factores pueden desencadenar comportamientos destructivos.
Hasta la fecha, «Subsuelo» no ha sido llevado al cine, a pesar de su potencial para ser adaptado a la gran pantalla. Su trama tensa y sus personajes complejos serían ideales para una adaptación cinematográfica, pero hasta ahora, no se ha anunciado ningún proyecto de este tipo.
«Subsuelo» es una obra que ofrece un análisis profundo del perfil del victimario adolescente. Marcelo Luján nos muestra cómo la confusión, el descontento y la falta de empatía pueden llevar a los adolescentes a cometer crímenes. Esta narrativa ofrece una visión clara de la psicología adolescente y cómo se relaciona con comportamientos criminales, lo que es crucial para el estudio criminológico y la prevención de futuros delitos.
