Índice de contenidos de este artículo
Introducción
La novela de Ochotorena sigue a Teresa Lasa, una mujer atrapada en un matrimonio abusivo, quien busca refugio en una vieja casa familiar en las montañas vascas. Este lugar, apartado y aparentemente pacífico, se convierte en un escenario para confrontar sus peores temores, tanto externos como internos. La obra, publicada en 2017, emerge en un contexto de creciente concienciación social sobre el maltrato psicológico y sus devastadoras consecuencias, especialmente en el ámbito doméstico.
Ochotorena, autora conocida por su habilidad para explorar las profundidades de la mente humana en obras de thriller psicológico, utiliza su narrativa para denunciar la violencia invisible que acompaña al abuso emocional. La novela no solo expone esta realidad, sino que también ofrece un mensaje esperanzador de superación, siendo un llamado a quienes sufren estas situaciones: «Se puede ser más grande que tus circunstancias».
Análisis de los perfiles criminales en la obra
El victimario: una construcción del poder opresivo
El esposo de Teresa, aunque no aparece directamente en gran parte de la narrativa, se erige como una presencia omnipresente que simboliza el abuso psicológico. Este perfil es consistente con los agresores descritos en la literatura criminológica como manipuladores expertos y controladores que buscan despojar a sus víctimas de su autonomía emocional. Según la criminóloga María José Garrido, “los maltratadores emocionales suelen utilizar el miedo y la culpa como herramientas para paralizar a sus víctimas”.
La novela retrata al victimario no como un ente monstruoso ajeno, sino como alguien cercano y cotidiano, lo que intensifica el terror psicológico.
La víctima: un viaje de autodescubrimiento y resistencia
Teresa Lasa encarna el perfil de la víctima que busca escapar de las cadenas psicológicas de su agresor. Su refugio en las montañas simboliza un intento por reconstruir su identidad, un tema recurrente en estudios sobre la resiliencia en víctimas de abuso. Garrido señala que la desconexión emocional inicial que sufren estas víctimas es un mecanismo de defensa frente al trauma, lo que se refleja en los intentos de Teresa por aislarse no solo de su marido, sino de la sociedad misma.
El sistema de justicia: la ausencia como villano silencioso
El libro destaca la ausencia de una respuesta adecuada por parte del sistema judicial y la sociedad. Este vacío resalta el papel crucial que juegan las instituciones al no proporcionar apoyo suficiente para las víctimas de maltrato, una crítica que resuena en estudios criminológicos sobre la negligencia institucional en casos de violencia doméstica.
Paralelismos con casos reales
La narrativa de Ochotorena recuerda el caso de Ángela González Carreño, cuya lucha por protección para ella y su hija contra su exmarido terminó en tragedia debido a fallos institucionales. Este caso, llevado incluso al Comité de Derechos Humanos de la ONU, subraya cómo el sistema puede perpetuar el ciclo de violencia al minimizar el impacto del abuso psicológico.
Otro ejemplo notable es el análisis de Garrido en La mente criminal, donde se abordan los patrones de control y manipulación que llevan a la alienación psicológica de las víctimas, un fenómeno claramente presente en «Donde habita el miedo».
Reflexión final
«Donde habita el miedo» es una obra poderosa que combina el atractivo del thriller psicológico con una reflexión profunda sobre las dinámicas de poder en el abuso doméstico. Ochotorena logra un equilibrio perfecto entre la denuncia social y la exploración literaria de la psicología humana, dejando un impacto duradero en el lector. La novela no solo documenta el horror del maltrato, sino que también ofrece una ventana hacia la posibilidad de la superación y la esperanza.